¿Cómo se detecta el cáncer de colon?

por | 18 mayo, 2018

La detección del cáncer de colon en sus fases iniciales no es sencilla. En muchos casos, no hay síntomas que alerten a la persona de que pueda estar padeciendo esta enfermedad y, cuando comienzan a aparecer, es porque el proceso está ya avanzado. Entre las primeras señales de alerta, los médicos aconsejan fijarse en cambios a la hora de ir al baño.

Si se pasa de repente a sufrir diarreas de manera frecuente, puede ser una señal de que algo va mal. Esto es especialmente importante si los cambios se han producido a pesar de que no ha habido cambios en la alimentación y se prolongan en el tiempo. Una diarrea de unos días puede ser debido a un virus o a haber comido algo que no ha sentado bien, pero cuando son frecuentes, son una señal de alerta.

Del mismo modo hay que fijarse en si las heces son especialmente oscuras, ya que esto podría indicar presencia de sangre. También puede haber manchas de sangre roja en el papel higiénico o en la ropa interior.

La pérdida de peso que no se relaciona con otros problemas también puede tener su origen en pólipos o cáncer de colon, así como los cólicos abdominales frecuentes. Si aparecen estos síntomas habrá que acudir al médico a fin de que nos remita a realizar pruebas para detectar cancer de colon.

Si se cuentan con antecedentes familiares, lo normal es que a partir de los cincuenta años se lleven a cabo pruebas de manera periódica como medida de prevención. Estas pruebas, generalmente, son una colonoscopia, un análisis de sangre y un análisis de heces, aunque en algunas ocasiones pueden considerar realizar tan solo una de ellas.

La colonoscopia es la prueba más efectiva, aunque también es la más molesta. Se introduce un tubo con una cámara en el colon del paciente y de esta manera se explora la zona buscando posibles problemas, como pólipos o lesiones. Si aparecen pólipos y no son muy grandes, el médico puede considerar extirparlos en el momento para evitar que puedan acabar degenerando en un cáncer. Los pólipos de mayor tamaño se quitan a posteriori en una intervención sencilla.

El análisis de sangre sirve para detectar la presencia anormal de glóbulos blancos en la sangre o una baja presencia de glóbulos rojos, anemia, debida a las hemorragias. El análisis de heces detecta la presencia de sangre en las mismas.