Sigue siendo una de las cuentas pendientes de nuestra sociedad, tan avanzada en algunos aspectos y que parece seguir sin esforzarse lo suficiente para cuidar de nuestros mayores. Creemos que se puede hacer más y mejor, que se pueden invertir más recursos y energías en ofrecer un mejor cuidado a los ancianos, empezando por las instituciones públicas y siguiendo por las organizaciones privadas. En ocasiones tenemos la sensación de que los ‘jóvenes’ que hoy dirigen el mundo creen que nunca llegarán a viejos…
De cualquier manera, hay cosas que sí están cambiando para bien y esto lo podemos comprobar en los Centros de día para mayores en Madrid. Crece la profesionalidad de sus empleados, mejora la eficacia de las organizaciones y se profundiza en conceptos como el envejecimiento activo. Todo ello repercute en una mejora en el cuidado de los mayores.
Pero, ¿qué es eso de envejecimiento activo? Se trata de una reacción ante algunas malas costumbres del pasado que consistían en entender la vejez como una etapa en la que solo cabía la ‘reflexión’ por decirlo de alguna manera: la consecuencia era que los mayores quedaba recluidos, sin nada que hacer y, a menudo, con la única compañía de algún familiar.
El envejecimiento activo trata de terminar con estos vicios del pasado. Una persona mayor tiene el mismo interés por divertirse y socializar que una persona más joven, solo que la forma en que la que se divierten y se relacionan, cambia.
Los Centros de día para mayores en Madrid tratan de desarrollar este concepto de envejecimiento activo en el que los mayores jueguen y aprendan, hablen, rían y lloren, siempre acompañados, tanto por personas de su edad como miembros de otras generaciones, cuando sea posible. Porque un anciano no solo quiere compartir su tiempo con gente de su edad o la familia, también necesita conocer gente nueva de otras generaciones para activar su visión de la realidad.
El envejecimiento activo, en definitiva, es una nueva forma de enfocar el cuidado de las personas mayores, más respetuosa, exigente y personalizada, con el objetivo de que la vida siga siendo enjundiosa, por muy mayor que uno sea.