¡Me has creado una necesidad!

por | 19 julio, 2017

Seguro que más de una vez has exclamado algo parecido tras ver en la teletienda alguno de los productos anunciados en televisión típicos de estos programas. Y es que son realmente curiosos. Se trata de artículos que la primera vez que los ves crees que son extraordinariamente ridículos o inútiles. Incluso te causan risa. Pero según van explicando cómo se utilizan o las ventajas que parecen tener, te ves claramente identificada y, antes de que te des cuenta, ya te estás imaginando a ti mismo utilizándolos. Y eso, amigo, es el primer paso para que acabes comprando ese producto del que te reías unos minutos antes.

Quizás la primera vez que lo ves no te seduzca demasiado, pero tras verlo anunciado unas cuantas veces su atractivo aumenta. Y es que algo tiene la televisión que hace que todo lo que se anuncia en ella acabe siendo objeto de deseo. Bueno, o casi todo, porque también ha habido claros fracasos en la teletienda.

Sin embargo, éxitos como el de los productos para abdominales o las almohadas cervicales que se vendían en los años noventa o, más recientemente la batamanta, han sido muy sonados. ¿Quién no se ha reído la primera vez que oyó hablar de la batamanta? Y quizás ahora, se la coloca ya con la gracia de quién hace alto totalmente cotidiano, cada noche para ver su serie favorita ante el televisor o para leer en el sofá sin que los brazos se enfríen (¿Para cuándo una  batamanta con guantes, por favor?)

Es curioso que la mayoría de la gente no vea la teletienda, pero que todos acaben conociendo sus productos de una forma u otra. Muchas veces, precisamente, porque llaman la atención por lo absurdos que pueden llegar a parecer en un primer vistazo. La mayoría de las ventas de estos productos se realiza a través de comercios, pero nadie se acercaría a comprarlos a una tienda si no hubiera la campaña promocional de la teletienda antes. Esto nos habla de gran poder que tiene la televisión.

Si esto ocurre con este tipo de productos raros que jamás pensaríamos que pudiéramos necesitar, ¿qué no ocurre con los productos de uso diario? Cuando vemos que un producto sale por la tele inmediatamente nos lo creemos mucho más. Ver algo en el super que no haya sido previamente anunciado nos causa siempre una cierta desconfianza. Es el poder de la televisión.