Llega el bueno tiempo, el sol y el calor y queremos que la luz entre en nuestras casas. Por eso, muchos pensamos que la primavera es el mejor momento para retirar las pesadas cortinas térmicas de los dormitorios y sustituirlas por otras finas, mucho más vaporosas y que tengan estampados más alegres.
En las tiendas online de venta de cortinas se pueden encontrar una gran cantidad de alternativas, todas muy alegres y divertidas y que harán que nuestra habitación gane en luz y se vea mucho más desenfadada tal y como corresponde a esta época del año. Gracias a los precios más económicos de las cortinas, ahora ya no es un lujo cambiarlas según la estación y muchas personas se apuntan a esta moda.
Recuerda que la colcha y las cortinas no tienen que hacer juego pero tampoco pueden comprarse de manera totalmente independiente. Es bueno que haya algún tipo de nexo entre ellas. Por ejemplo, si escoges una colcha con estampado floral en verde y rosa puedes escoger unas cortinas en un tono verde similar o en un tono rosa, para que hagan juego. El blanco es un color que también está de moda. Unas cortinas en un tono de blanco roto con bordados en el mismo color resultan muy frescas y elegantes y combinan con cualquier tipo de colcha que se decida utilizar.
Evita dos estampados porque será muy complicado que queden bien a no ser que decidas dejar a un lado las nuevas tendencias y te decantes por la opción clásica de comprar a juego las cortinas y la colcha, algo que puedes encontrar en muchas de estas tiendas online que se dedican, en general, a la venta de ropa de cama. En algunos casos no son estampados idénticos, pero se juega con los cojines y otros complementos para lograr una unión perfecta sin que se vea excesivamente encorsetado.
Es posible hacerse las cortinas a medida. Si tu ventana tiene unas medidas que no son convencionales o quieres estar totalmente seguro que de que quedarán bien, no dudes en consultar los precios. Gracias al comercio online ahora es mucho más barato realizar cortinas a la medida y no se trata del caro capricho que era hace unos años, cuando tenías que contratar a una persona que acudiera a casa a medir y a comprobar varias veces que todo iba según lo previsto.