Poliuretano proyectado: ¿cuáles son sus beneficios?

por | 30 agosto, 2024

El ahorro energético, la seguridad doméstica o la protección contra humedades y ruidos son algunos de los beneficios del poliuretano proyectado. Este material plástico se utiliza principalmente para revestir fachadas, cubiertas y suelos de edificios y prevenir fugas de calor y otros males. Es por ello que el aislamiento poliuretano proyectado en A Coruña y otros municipios ha disparado su popularidad en los últimos años.

El poliuretano proyectado, que se obtiene de la pulverización de isocianato y poliol, se instala con mayor rapidez que otros materiales. Su aplicación se realiza una pistola especial que distribuye el polímero con rapidez. Para ello, las superficies en contacto con el poliuretano proyectado deben estar limpias y secas; de lo contrario, la fijación no será satisfactoria.

El comportamiento del poliuretano proyectado garantiza una distribución uniforme, sin las fisuras y grietas que suelen mermar la eficiencia de otras soluciones. Este sellado elimina los puentes térmicos responsables de la transferencia de calor y frío al interior del inmueble. También la condensación y las humedades dejan de ser un problema. De igual forma, el ruido proveniente del tráfico vial, las obras, etcétera, afecta menos al bienestar de la vivienda.

Esta mejora del aislamiento térmico repercute positivamente en el ahorro en la factura de la luz. Las fugas energéticas son responsables del desequilibrio de temperaturas en una vivienda, hecho que acentúa la dependencia hacia el suministro eléctrico.

Además de economizar el gasto eléctrico, el uso de poliuretano proyectado beneficia asimismo al confort térmico en interiores. Las corrientes de aire frío son desagradables y reducen la habitabilidad de cualquier vivienda. Decantarse por este material plástico no supone una renuncia del espacio disponible, considerando su mínimo grosor.

El poliuretano proyectado también es sinónimo de protección y seguridad doméstica. Su reacción ante el fuego —creando una capa carbonizada que preserva el núcleo— ralentiza el avance de las llamas y proporciona un tiempo valioso a los servicios de emergencia.