¿Llegará el día en que no tengamos que ir al supermercado? ¿Existe alguien a quien le guste ir a comprar al súper? Mucha gente moderna dice que prefiere ir al mercado tradicional, esos espacios que están viviendo una especie de renacimiento. A mí de igual súper que mercado, no me gusta ir a ninguno de los dos. Lo encuentro ‘súper’ pesado. ¿Será el comercio electrónico mi salvación?
El e-commerce está empeñado en que los consumidores podamos nutrirnos de todo a golpe de click. Se trata de que desde la comodidad de nuestro móvil o tablet podamos hacer todo tipo de compras, desde unos cartones de leche entera, a un fin de semana en Torrevieja, pasando por un Magnum 44. Esto último no es tan sencillo en países europeos, pero en Estados Unidos es otra cantar.
Cuentan que durante el último Black Friday se produjo un récord de petición de antecedentes al FBI con el objetivo de comprar un arma. Según parece los requisitos para acceder a la compra de un arma de fuego en USA se reducen a esa petición de antecedentes y poco más. Y es que la Constitución del país norteamericano reconoce el derecho a portar armas de fuego, algo que tenía su sentido en el siglo XVIII pero que despierta mucha controversia en el XXI.
Yo, de momento, no necesito un Magnum 44, pero sí necesito mucha leche entera. El supermercado más cercano está a varios minutos andando así que me veo obligado a ‘hacer brazo’ cada vez que voy a comprar. Además, en mi casa se bebe agua mineral (todos menos yo, que uso el agua del grifo) así que eso aumenta el peso de la compra considerablemente: entre el agua y la leche terminaré con unos bíceps que ni Stallone en sus buenos tiempos.
Pero no, no soy Rocky Balboa y me canso mucho de cargar con bolsas tres veces por semana. Así que estoy decidido a probar las compras a domicilio, al menos para los productos más pesados como los que he mencionado. Por qué en el Mercadona no distribuyen Kalashnikov ¿no?