TENEMOS NUEVO JUGADOR

por | 20 febrero, 2020

El otro día fui a casa de uno de mis amigos del colegio y me dijo si le podía llevar algunas cosas para sus hijas, que esa semana le tocaba tener a sus hijas ya que está divorciado. Me pidió que le llevase la mejor leche entera para poder tomar en el desayuno y yo que llevo sin tomar leche desde hace bastantes años le tuve que preguntar cuál era la mejor leche entera porque yo no tengo ni idea. 

 

Me gusta estar con sus hijas, pero desde que comenzó su proceso de divorcio veo a las niñas cada vez menos. Este fin de semana iba a verlas en casa de mi amigo, pero él ha decidido cambiar de planes y me parece que voy a seguir viendo a las niñas bastante poco. Creo que hasta mi madre ve más las hijas de mi amigo que yo. Además, la hija mayor de mi amigo está aprendiendo a jugar al juego de fútbol al que jugamos al videojuego. Creo que a su madre no le hace ninguna gracia que tenga los mismos gustos que nosotros, pero a nosotros nos gusta que la niña quiera saber jugar con nosotros a nuestros juego y no tener que jugar nosotros siempre a sus juegos. Quería haberle visto la cara a la madre cuando su hija mayor le pidió el videojuego estas navidades para poder aprender a jugar con nosotros. 

El mayor problema que veo de que la niña pueda jugar con nosotros es que tanto su padre como yo somos demasiado competitivos y no solemos dejarnos ganar y la niña se va a enfadar bastante cuando vea que nosotros jugamos mejor que la máquina. Y os lo digo porque conozco a la niña y se como se pone cuando no gana. He jugado con ella a un montón de juegos de mesa y tampoco le he dejado ganar nunca, si me quieres ganar tienes que demostrar que eres mejor que yo, de lo contrario no vas a ganar. Y los berrinches por perder no los soporto, se lo aviso siempre a la niña antes de empezar a jugar.