No me gusta mucho cambiar las cosas, renovarlas. Les voy cogiendo cariño y, al final, aunque solo se trate de un objeto me cuesta deshacerme de él. Pero en determinadas ocasiones no queda más remedio. Llevamos ya más de diez años con nuestra autocaravana y ha llegado el momento de cambiar y buscar algo un poco más moderno y que nos ofrezca más prestaciones.
Aunque no viajamos siempre en autocaravana sí que suele ser la primera opción para organizar nuestros viajes y vacaciones. Mis padres la usaban y los de mi mujer también: es otra de las costumbres que nos han unido. Y claro, cuando usas tanto una autocaravana le coges cariño porque la asocias a determinados recuerdos. Y cuando se trata de recuerdos asociados al verano, la mayoría son agradables…
Pero el problema es que esta autocaravana se ha quedado casi obsoleta. La compramos en un sitio de venta de autocaravanas de ocasión. Cuando la adquirimos estaba realmente bien, muy poco uso y se la veía prácticamente nueva. Los antiguos propietarios la habían puesto a la venta porque se habían echado atrás. Es algo bastante común con el tema de las autocaravanas: no todo el mundo está preparado para viajar así. Una cosa es lo que puedes ver en la televisión, en revistas o lo que te puedan contar algunos conocidos, y otra cosa es vivirlo. Para mucha gente es un poco incómodo y demasiado exigente. Por eso la vendieron con tan poco uso.
Nosotros dudamos bastante entre comprar una nueva o ir al mercado de venta de autocaravanas de ocasion. Queríamos un vehículo de calidad, pero tampoco estábamos dispuestos a tirar la casa por la ventana. Por eso no lo decidimos hasta que vimos esta autocaravana que nos pareció ‘casi’ nueva, pero con un precio reducido con respecto a lo que sería una nueva.
Pero ahora ha llegado el momento de cambiar porque ahora sí que ha soportado mucho uso. Esta vez también tenemos dudas de si compraremos una nueva o apostaremos otra vez por un vehículo de ocasión. Si encontramos alguna ganga, seguro que repetimos.