Crioterapia capilar, un tratamiento para rehidratar el cabello a partir del frío

por | 11 febrero, 2025

La crioterapia es una técnica innovadora con multitud de aplicaciones médicas y terapéuticas: desde aliviar los dolores musculares hasta calmar las inflamaciones y eliminar los tejidos anormales. Pero sus beneficios también son tangibles en el campo de la tricología, siendo uno de los tratamientos pelo que más crecen.

Mediante dispositivos que generan frío de forma controlada, la crioterpia capilar permite conseguir un cabello más fuerte, hidratado y brillante, combatiendo los síntomas de la dermatitis seborreica, el frizz o la debilidad del folículo piloso. Su efectividad para recuperar el pelo en zonas donde se ha caído también es notable, aunque sus resultados requieren tiempo: de cinco a diez sesiones, dependiendo del centro dermatológico.

Conocida a su vez como frioterapia o terapia de frío, este tratamiento debe su fama al carácter indoloro y no invasivo de sus procedimientos, libres de efectos secundarios significativos. Se aplica mediante un dispositivo de crioterapia que genera, de forma controlada, temperaturas bajo cero sobre el cuero cabelludo, con diferentes propósitos.

En primer lugar, la crioterapia promueve la circulación sanguínea gracias a su efecto vasodilatador, lo que mejora la oxigenación y el flujo de nutrientes esenciales. Su capacidad para fortalecer el cabello radica en el sellado de cutículas, consecuencia de las bajas temperaturas. Para los afectados por dermatitis seborreica y otros eczemas, esta terapia disminuye las inflamaciones.

Los desequilibrios en la producción de sebo tampoco se resisten al tratamiento de crioterapia, que maximiza la luminosidad y el volumen de los capilares. El cabello en su conjunto crece con mayor fuerza y resistencia.

Por su parte, la calvicie y otras dolencias relacionadas con la pérdida de pelo evolucionan positivamente tras las primeras sesiones de crioterapia. A esta ventaja se suma su capacidad para optimizar el equilibrio del pH, responsable de proteger las cutículas y de mantener a raya a los hongos y otros enemigos de la salud capilar.