Galicia es una de las mecas del turismo náutico por su tradición marinera, la diversidad de puertos y marinas que operan en su litoral y un entorno natural de gran atractivo. De todos los medios de transporte, el ferry es sin duda el más infravalorado, por carecer del glamour de los cruceros y de la emoción del kayak. Sin embargo, viajar en ferry a islas cíes, Baiona y otros enclaves turísticos presenta grandes beneficios.
En primer término, su disponibilidad es mayor que otros transportes marítimos. El número de travesías semanales, en temporada alta, se cuentan por cientos gracias a la oferta de navieras que operan en el litoral gallego. La duración del viaje depende del destino y del número de paradas. Por ejemplo, los ferris entre Vigo y las Islas Cíes precisan cuarenta minutos aprox. para completar su recorrido.
Además, la mayor parte de los transbordadores efectúan varias escalas durante un mismo recorrido. En otras palabras, es posible visitar varios destinos de una vez, una ventaja interesante para aquellos turistas que deseen descubrir mucho en poco tiempo.
Para los viajeros con coche o moto en propiedad, los ferris son el medio de transporte idóneo. Mientras que los catamaranes y otras embarcaciones no están preparados para embarcar con estos vehículos, los transbordadores se diseñan con garajes interiores, tan amplios como seguros.
Los ferris son sinónimo de ahorro económico. Comparativamente, los billetes del transbordador se cotizan a precios más baratos que los de cruceros, aerolíneas y otros medios de transporte. Como resultado, los defensores del low cost reconocen en el turismo de ferri un aliado para disfrutar de sus vacaciones.
Los turistas con mascotas también acertarán al viajar en ferri. Las compañías navieras permiten viajar con perros, gatos y otros animales de compañía, con restricciones lógicas como el uso de correa o un peso máximo para permanecer fuera de las jaulas habilitadas.