Rehabilitar la casa por poco dinero

por | 24 noviembre, 2017

Seguro que has oído muchas veces la frase ‘lo barato sale caro’. ¿Es aplicable a todos los órdenes de la vida? Si hablo de mi experiencia con las reformas en el hogar debo decir que no siempre es así, ni mucho menos, no siempre lo barato sale caro. Para hacer cualquier reforma hay que tener en cuenta numerosos factores. Uno de ellos, uno de los más importantes es, por supuesto, el coste, pero no es el único.

Os contaré mi última experiencia a la hora de reformar baño en la que apostamos por el low cost. Aparentemente nuestro baño no necesitaba ninguna reforma, es relativamente nuevo y no estábamos insatisfechos con él. Pero aparecieron una serie de humedades y tuvimos que actuar. Fue en ese momento cuando empezamos a pensar en la posibilidad de ‘aprovechar el viaje’ y meternos a reformar.

Para ahorrar costes con una reforma hay que acertar con la elección de los profesionales que la van a realizar. En este sentido, sí que lo barato puede salir caro ya que los precios demasiado bajos pueden ser sinónimo de poca experiencia. Siempre hablando en general, porque cada caso es único: es posible que encontremos unos excelentes profesionales que trabajan por menos dinero que la competencia… pero no es lo más habitual.

Donde sí podemos ahorrar dinero es en el proyecto de reforma. Me explico. Si cedemos todo el protagonismo a los profesionales y no imponemos nuestra idea de la reforma, el precio se puede disparar. Cuando nosotros nos pusimos a reformar baño estudiamos cada detalle para ver si merecía la pena una reforma ‘profesional’ o nosotros también podíamos hacer algo.

Yo tengo bastante mano con el bricolaje así que decidimos adaptar un mueble antiguo que teníamos de otra casa para ese baño. El ‘do it yourself’ puede ahorrarnos muchos euros si estamos preparados para trabajar un poco en nuestra propia casa. Otros trabajos menores también corrieron de nuestra cuenta dejando lo más importante para el profesional.

De esta forma, al hacer nosotros parte del trabajo (y como nosotros ‘no cobramos’), el precio final fue bastante más económico.