Cada vez hay más fans que disfrutan del albariño. Es un vino que pasó de ser considerado como una bebida ligera para quienes no querían o no sabían disfrutar de los tintos con más carácter a ser un vino con todo el reconocimiento que merece. Y no le faltaban méritos para poder llegar al estatus que ocupa actualmente.
Cuando se pide un pazo baion albariño o cualquier otro vino con esa denominación de origen, es fácil ver todo el proceso que hay detrás al comprobar la calidad de su sabor. Para empezar, las uvas de la variedad del albariño se cosechan en la provincia de Pontevedra, donde el clima es muy característico y cuentan con un verano soleado y cálido que le da a las uvas ese dulzor necesario para lograr un gran vino.
Los productores de albariño tienen una gran experiencia en la preparación de este tipo de caldos. Es frecuente que muchas casas particulares tengan vides y elaboren vino para consumo propio, lo que nos habla de una gran tradición y conocimiento en el proceso de elaboración de este vino. Pero también estamos hablando de una zona en la que hay otras variedades de blanco y de tinto que también se elaboran mezclando diferentes tipos de uva, por lo que el conocimiento y la cultura que rodea al vino están impregnadas no solo entre los que están implicados en la producción, sino entre la gente en general.
Esta cultura del vino obliga a subir el nivel porque un vino mediocre no va a tener salida en un lugar en el que se entiende bien de vinos y se diferencian rápidamente los que tienen calidad. Y como hay una amplia selección de marcas y productores, solo los que alcanzan esos estándares de calidad se quedan y siguen vendiendo sus vinos.
La calidad del albariño ha favorecido que poco a poco haya salido de su área de influencia, se haya extendido la venta por toda Galicia y también por el resto de España. Hoy, es un vino que está de moda por su sabor afrutado y delicioso, su frescura y por lo bien que combina con todo lo que son picoteos y platos de pescado y de mar. Aunque es un vino de gusto suave, tiene carácter. Se encuentran diferentes tipos de albariño en el mercado, desde los más clásicos hasta las novedades más suaves ideales para aperitivos.