La hija de uno de mis amigos del colegio acaba de entrar en la pubertad y el acné juvenil ya se le está empezando a notar bastante y antes de que vaya a más y se metan con ella en el colegio su padre ha decidido que la va a llevar a un especialista tratamientos cara. Tanto el padre de la niña como yo nunca hemos tenido esta clase de problemas con el acné cuando éramos jóvenes pero hemos conocido a unos cuantos que sí que lo han tenido que sufrir, supongo que el acné lo habrá heredado por parte de su madre. Sin ir más lejos cuando entramos en el instituto había bastantes alumnos a los que el acné les estaba fastidiando la vida, pero había quien era fuerte y no dejaba que lo que le dijesen le afectase y por el contrario también había a quién no le sentaba bien las cosas que le decían. Personalmente siempre he pensado en que lo que diga la gente no es para nada importante y hay que conseguir ser fuerte siempre porque de lo contrario siempre te van a hacer daño porque hay mucho envidioso. Yo en el instituto no he tenido los problemas con el acné pero al ser bajito y un poco gordo he tenido que escuchar cosas de todo tipo pero nunca he dejado que nadie se me subiese a las barbas y cuando he tenido que ponerme serio lo he hecho y ese a sido un pilar en mi vida y no dejo que las opiniones ajenas me influyan lo más mínimo, antes que tener que hacer caso a habladurías prefiero ignorar a quien no me respeta.
Con el paso de los años te das cuenta de quienes son las personas que merecen la pena y de quienes es mejor alejarse para que no te generen problemas. La personalidad se refuerza más cuando estás con personas que no te atacan gratuitamente cuando estás mal.
Por suerte me di cuenta de esto hace ya bastante tiempo y nunca he querido rodearme de quien no me aportaba nada.