Las Islas Cíes se pusieron de moda hace ya varias décadas. Concretamente, fue a finales de los años setenta cuando comenzaron a ser destino de muchas personas atraídas por su belleza natural y por ser un lugar alejado de todo en el que poder estar en paz.
Es en 1980 cuando adquieren la condición de parque natural y esto hace que las islas cíes se conviertan en el lugar de peregrinaje que no han dejado de ser cada verano. Pero también comenzaron los problemas ya que no todos los visitantes se iban sin dejar huella. Y las huellas que dejaban eran suciedad, destrozos y atentados contra la naturaleza.
Cuantas más personas visitaban las islas, más riesgo comenzó a haber de que estas dejaran de ser el paraíso que todos conocíamos y se convirtieran en un lugar dañado de manera irremediable. Los campistas podían poner sus tiendas en cualquier lugar y no parecía haber normas de ningún tipo. Esto hacía que la cantidad de basura que se llegó a acumular en la isla hiciera que existiera el riesgo real de daños ecológicos irreversibles.
La gota que colmó el vaso fue cuando en 1981 una plaga de ratas, atraídas por la basura de los visitantes, obligó a que tuvieran que intervenir equipos especializados para eliminarlas y limpiar a fondo todo el terreno. Pero los cambios fueron lentos e incluso hubo quienes trataron de que se dieran licencias para la construcción de hoteles que, por suerte, no fueron concedidas.
No fue hasta julio del 2002, cuando las Cíes, Ons, Sálvora y Cortegada recibieron la declaración Parque Nacional de las Islas Atlánticas que realmente comenzó a poner orden en las islas y se empezó a pensar en cómo proteger las islas de todos estos atentados. La conclusión fue que era imprescindible limitar el número de visitantes.
Actualmente, para poder acudir a las hay que solicitar un islas cies permiso en una Web habilitada por la Xunta. El permiso es gratuito, pero en época de verano puede ser complicado conseguirlo de un día para otro, hay que solicitarlo con bastante antelación. En cuanto a la acampada, sólo se puede acampar en el camping que hay al efecto estando prohibida la acampada libre.
Estas medidas están consiguiendo que las islas se mantengan con toda su belleza y que sigan siendo un paraíso que acoge a cientos de viajeros que se enamoran de sus paisajes y playas.