Durante muchos años se ha hablado del culto al cuerpo para denominar a la moda de cuidar el aspecto físico acudiendo al gimnasio o incluso pasando por quirófano para tener la mejor apariencia. Pero ahora, se está dando un paso más y llega el culto a la boca. Una boca cuidada es la mejor tarjeta de presentación y todos quieren que su dentadura se vea perfecta, ya que es una manera de demostrar que cuidas tu imagen al máximo.
Algunos famosos se han vuelto tan fans de la tendencia que se les ha ido la mano con los blanqueamientos y, cuando sonríen, resplandecen de una manera muy poco natural. Los expertos recomiendan que el blanco de los dientes sea siempre discreto y, aunque se vean muy blancos, sea de una manera natural. De otro modo, se estarán acentuando los pequeños defectos y, además, el resultado no será muy atractivo ya que quién lo vea lo notará muy artificial.
Pero el primer paso para que una boca sea bonita es que sea una boca sana. Y para tener una dentadura en condiciones hay que acudir con frecuencia al dentista para que haga las limpiezas y revisiones correspondientes. También será el dentista quién valore si hay que colocar un aparato para la boca o si es necesario realizar cualquier otro tratamiento adicional.
Todo esto es caro y una forma de conseguir que salga más económico es mediante un seguro adeslas dental familia, que permitirá cuidar los dientes de toda la familia por una cuota fija al mes y un copago que puede ser mayor o menor en función de la opción que se haya escogido. A mayor cuota mensual, menor copago y viceversa. Pero independientemente de la opción que se escoja, lo que es seguro es que siempre será mucho más interesante y favorable que pagar la minuta completa del dentista cuando no se tiene seguro.
El culto a la boca lleva a que personas de edad ya madura usen correctores dentales, aunque la gran mayoría apuestan por los invisibles que pueden quitarse para comer sin problemas. Pero, también es más frecuente que ahora se coloquen implantes, una práctica que hasta hace pocos años estaba solo al alcance de los más pudientes pero que ahora ya no son tan caros, especialmente con la ayuda de un seguro dental que rebaje su precio.