La odisea de comprar materiales de bellas artes 

por | 12 julio, 2023

Hace unos días, decidí que era hora de volver a pintar. Lamentablemente, me di cuenta de que no tenía los materiales necesarios para hacerlo. Así que, armado de determinación, me puse en busca y captura de una tienda de bellas artes en la ciudad.

Mi primera parada fue la zona comercial del centro de Ourense, donde esperaba encontrar una gran variedad de tiendas. Sin embargo, después de horas de búsqueda infructuosa, empecé a pensar que tendría que conformarme con algunos lápices de colores y papel de construcción de la tienda de la esquina.

Fue entonces cuando recordé que había oído hablar de una tienda especializada en las afueras de la ciudad. Con un poco de investigación, averigüé que estaba a unos 20 minutos en coche y decidí que valía la pena intentarlo.

Después de conducir durante un tiempo, finalmente llegué a la tienda. En el momento en que entré, supe que había encontrado el paraíso de los artistas. Había estantes llenos de pinturas, pinceles de todo tipo, lienzos, caballetes y mucho más.

Sorprendentemente, también descubrí que la tienda tenía una sección dedicada a materiales de arte para niños. Como madre de dos pequeños artistas en ciernes, esto fue un gran descubrimiento. Decidí que también compraría algunos suministros para ellos.

Después de elegir cuidadosamente mis compras y pagar, salí de la tienda sintiéndome como si hubiera ganado la lotería. Sin embargo, mi estado de ánimo positivo no duró mucho.

Cuando llegué a mi coche, me di cuenta de que había dejado las bolsas en la tienda. Con el corazón en un puño, corrí de vuelta a la tienda, temiendo lo peor.

Afortunadamente, cuando llegué, la amable dependienta estaba esperándome con mis bolsas en la mano. Me sentí aliviado y agradecido por su honestidad.

Una vez que finalmente llegué a casa con todas mis compras, estaba ansioso por comenzar a pintar de nuevo. Sin embargo, después de desempaquetar todo, me di cuenta de que había olvidado comprar una pieza esencial de equipo: un caballete.

Pero, después de todo el esfuerzo que había puesto en la búsqueda de materiales de bellas artes en Ourense, no estaba dispuesto a dejar que esto me detuviera. Así que, hice lo que cualquier artista ingenioso haría: improvisé.

Tomé una tabla vieja que tenía guardada en el garaje, la apoyé contra la pared y la aseguré con cinta adhesiva. Y así, con mi propio caballete casero, comencé a pintar de nuevo.

Al final, mi viaje para comprar materiales de bellas artes en Ourense resultó ser una divertida odisea. Aprendí la lección de asegurarme de tener una lista completa antes de salir de compras, pero también descubrí que si uno es lo suficientemente creativo, siempre puede encontrar una solución para sus problemas. Y lo más importante, encontré un nuevo lugar para comprar mis suministros de arte favoritos.