¿Qué excesos debo evitar en el vestido de comunión de mi hija?

por | 7 diciembre, 2023

Las celebraciones de primera comunión de las niñas son un acto social importante en nuestro país. Para las niñas, es el día en el que podrán vestirse de una manera especial y ser las protagonistas, más allá de su significado religioso. Evidentemente, ellas tienen una imaginación desbordante y a la edad en la que se celebra este sacramento, siguen siendo muy niñas. Por eso, sus peticiones pueden ser, en ocasiones, bastante descabelladas, queriendo ir vestidas como auténticas princesas Disney.

Le toca a la familia negociar con la pequeña para que vaya vestida de una manera que le guste, pero que a la vez sea apropiada. Pero, en ocasiones, es la misma familia la que incurre en los excesos al elegir vestidos de comunión para niñas, especialmente porque se fijan en modas que están ya desfasadas o porque tratan de imitar la forma de vestir de niñas de la realeza o de la alta sociedad, que se mueven en círculos muy diferentes.

Uno de los excesos más comunes es el de ponerle a la niña de comunión un velo, como si fuera una pequeña novia. Sin duda, el uso de velo en un vestido de comunión es excesivo y hoy ya no es tendencia ni siquiera el gorrito que tan de moda estuvo en los setenta o los ochenta. Lo mejor es elegir un bonito tocado o unas horquillas decoradas con flores, muy adecuadas para la primavera, que es cuando se celebran este tipo de fiestas.

Otro exceso habitual en los vestidos de comunión de las niñas es el elegir vestidos que son idénticos a los de una novia pero en pequeño. No olvidemos que se trata de niñas de ocho años de media y que lo adecuado y bonito es que lleven un vestido con un corte más infantil. Los tirantes finos, los vestidos con escote o los excesivos encajes no van a hacer que la niña tenga una apariencia más especial y son, en todo caso, un exceso a evitar.

Por último, otro exceso que también se debería de evitar es el brillo, sobre todo cuando se lleva de manera exagerada. Algunas tendencias apuntan a tiaras, pulseras o pendientes con adornos de brillo. Este tipo de complementos suelen atraer mucho a las niñas, que los asocian a los vestidos de princesa. Pero son poco adecuados para una fiesta religiosa.