La experiencia de ser padres

por | 23 junio, 2019

La mayoría de las personas tenemos asumido de forma natural que podemos ser padres. Ni tan siquiera nos planteamos la posibilidad de lo contrario y es normal que sea así ya que las posibilidades de que sea de este modo son altas. Pero, sin embargo, existen casos en los que no es posible ser padres. Esto puede ser debido a un problema de infertilidad por parte del padre o de la madre o puede ser causado porque, aunque físicamente es posible concebir, no se hace debido al riesgo de que el bebé pueda ser portador de una enfermedad grave de carácter hereditario.

Si se está en cualquiera de estos casos que impiden tener un hijo el paso que hay que dar es acudir a una Clínica fiv para poder hacer realidad este sueño. En el caso de que la madre sea la que no tiene óvulos fértiles para poder tener un hijo, se puede recurrir a una donante anónima de óvulos. Estos serían fecundados por el semen del hombre y serían implantados en el cuerpo de la madre. El padre sería biológico y legal y la madre, aunque no haya aportado el óvulo, aporta todo el proceso del embarazo.

En el caso de que sea el padre quién no puede concebir se puede recurrir a un donante de semen también anónimo. En este caso, se fecunda el óvulo de la madre y se le implanta para lograr el embarazo. El padre, aunque no sea padre natural, será a todos los efectos el padre legal del niño y tendrá todos sus derechos como tal.

El caso más complicado puede ser cuando hay que elegir el sexo del bebé o los embriones que no sean portadores de una enfermedad en concreto. Para esto hace falta cumplir una serie de requisitos, ya que la selección de embriones no es legal en España salvo casos muy específicos. Si se da el visto bueno, lo que se hace es fecundar óvulos de la mujer con semen del padre y seleccionar aquellos que cumplen con todos los requisitos para poder desarrollarse como bebés sanos.

Aunque la fecundación in vitro es cada vez más exitosa, en algunos casos pueden ser necesarios varios intentos antes de lograr llevar a buen puerto un embarazo, sobre todo cuando hay problemas de salud o la edad de la mujer es ya avanzada, lo que dificulta un poco más el proceso.