Que no se nos enfaden en los restaurantes, que los apreciamos y respetamos mucho, pero nosotros hemos reaprendido el placer de comer en casa tras estos dos últimos años. Uno de nuestros grandes placeres siempre ha sido la comida. Nos encanta probar cosas nuevas y descubrir nuevos sabores. Pero no éramos grandes fanáticos de cocinar, nos daba un poco de pereza. Entre la falta de tiempo, nuestra falta de experiencia y el hecho de que en los restaurantes cocinen tan rico, al final rara vez nos metíamos en los fogones para experimentar.
Pero con el tema del virus y las dificultades para salir de casa empezamos a trastear en la cocina. Y un buen día, entre mi chico y yo, nos arreglamos para colaborar en una receta de melocotones rellenos de atún. Nos parecía muy original y como teníamos tiempo de sobra en casa, nos lanzamos. Teníamos en casa suficientes reservas de Conserva de Atún claro en aceite de oliva que nunca nos falta y tampoco hubo problemas con el resto de ingredientes.
Siempre recordaremos aquella receta porque, además del placer de cocinar juntos, nos dimos cuenta de que no era tan difícil si le dedicabas un poco de tiempo. Suponemos que fue la suerte del principiante, pero el plato salió para chuparse los dedos. Y fue el acicate que necesitábamos para seguir ensayando entre fogones.
Lo sentimos por los restaurantes porque siempre es un placer salir a comer. Pero estamos en una etapa diferente. Nos hemos vuelto mucho más caseros, sin perder esa afición por la gastronomía. Y ahora con las facilidades que te ofrece internet ya no necesitas estar todo el día en el súper para tener en casa lo que necesitas para hacer una receta, como fue la primera vez con la Conserva de Atún claro en aceite de oliva.
Y no solo nos contentamos con seguir las recetas que vemos en la tele, también nos gusta experimentar con nuevos sabores. Y aunque no siempre sale todo tan bien como nos gustaría, cada vez tenemos más visitas de amigos. Por algo será, ¿no?