Detalles que marcan la diferencia en el mejor calzado

por | 12 noviembre, 2021

Los calzados de calidad se diferencian del resto no solo en las cosas más evidentes, como por ejemplo la calidad de los materiales y el diseño, sino también en pequeños detalles que marcan la diferencia y nos hacen lograr la máxima comodidad.

Un ejemplo lo tenemos en las botas que se supone están diseñadas para soportar el agua. Tal vez veas dos modelos muy parecidos y pienses que la diferencia de precio no está justificada. Pero cuando te pones las botas baratas, llegas a casa con tus pies mojados mientras que con las de calidad, tus pies están totalmente secos. ¿Por qué puede suceder esto? Pues por la calidad de los detalles.

Una bota de buena calidad tendrá una lengüeta que estará unida al zapato, no será una tira independiente que pueda filtrar agua por los lados. La lengüeta y el zapato serán todo uno, con los pliegues correspondientes para poder acomodar bien el calzado. Pero, además, los fabricantes contarán con un buen distribuidor de Cordón impermeable que evitará que por esta vía pueda entrar también agua y mojarnos por las zonas altas en las que la lengüeta protege un poco menos.

Otra de las diferencias entre un zapato de calidad y uno más económico está en la forma en la que se une la suela al resto del zapato. En un calzado barato lo habitual es que esté pegada. Esto, estéticamente, igual no marca diferencia, sobre todo porque pueden imitar puntadas. Pero al doblar el pie día tras día y paso tras paso, el pegamento acaba por despegarse y por ahí entra el agua. Al final, la suela se despegará completamente y el zapato acabará en la basura. Un calzado de calidad irá bien cosido y esto evitará que se pueda despegar o separar.

El tipo de piel también marca la diferencia entre un zapato de calidad y otro económico. La piel del económico no siempre es piel y si lo es no es tan suave y adaptable como la de calidad. La piel buena va tomando poco a poco la forma del pie y hace que el zapato sea cada vez más cómodo, mientras que una piel de mala calidad rozará siempre y no se doma.

Sabiendo todo esto, ¿merece la pena invertir en un calzado de más calidad? La respuesta creemos que es muy evidente y ha sido justificada.